UFÓLOGO WILLIAM CHÁVEZ HABLA SOBRE LOS "REPTILOIDES"

El ufólogo William Chávez contó en el programa de radio  Luna Blu su experiencia tras investigar por varios años el fenómeno ovni y su relación con reptilianos, seres que según él en realidad no son extraterrestres pues pertenecen a otra dimensión. ¿Es la raza humana producto de una modificación genética de razas extraterrestres? Así lo plantean vestigios de la civilización Sumeria, que en antiguas tablillas de arcilla registraron la visita de seres reptilianos a la Tierra, que habrían llegado a nuestro planeta hace más de 400 mil años. Según relata William “en el 2012 dictaba conferencias en Chapinero, hablaba sobre reptilianos y rituales. Cuando llegué a mi casa, en la noche repasé lo que dije y para mi sorpresa apareció en mi puerta este sujeto, un ser que medía 2 metros, llevaba una especie de malla elástica. No tenía cola pero en sus ojos se veía que era reptiliano, tenía en cada mano tres pesuñas”. Añade que la mitad de su cuerpo se paralizó y el ser le preguntó por qué lo invocaba. “El ser tenía un olor similar al de los zorrillos. En mis charlas hablo que estos seres viajan de otra dimensión y se alimentan de gente. Le pedí disculpas, aterrorizado. En ese momento me dejó marcas en las manos que me duraron 8 días”. William describe también que a lo largo de varios años y tras arduas investigaciones ha recolectado pruebas que señalan que estos seres han modificado el código genético de los seres humanos. “Nos implantaron el miedo y las emociones, ese miedo produce un alimento en cuarta y quinta densidad; se alimentan de esas emociones”. Por su parte, Juan Gabriel Ortiz, oriundo de Cúcuta (Colombia), contó su experiencia tras varios avistamientos ovnis e incluso un encuentro con un ser reptiliano. “Este es un tema que se habla mucho en mi familia en Cúcuta, mis hermanos asistían a una secta en la cueva de San Gil en Santander. Una vez, una de las mujeres de mi familia me contó que fue obligada a tener sexo con un ser reptiloide. Estos seres necesitan la energía de mujeres vírgenes, la energía cundalín, que utilizan para no envejecer (…) Posteriormente fui allá, había una línea de seguridad que cuidaba que los curiosos no vieran lo que pasaba”, finalizó.